Aspectos sobre la nueva ley hipotecaria
Dentro de las muchas labores que tienen los abogados en Santanyí, se encuentra la de informar a todos sus clientes. Una de las últimas novedades es la nueva ley hipotecaria, la normativa que regula los contratos de crédito inmobiliario, lo que se conoce como Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario.
Se estima que esta nueva ley podrá llegar a ahorrar a los beneficiados hasta en 1.000 euros en gastos. Entre estos se encuentra la reducción en las comisiones, las cuales pasan a ser asumidas por los bancos. Asimismo, los solicitantes de créditos se verán liberados de otros productos que las entidades bancarias asocian, por norma general, a la firma de un contrato de estas características.
La inclusión de esta nueva ley se debe a una normativa europea dado que desde 2016, todos los países que pertenecen a la Comunidad Europea deben compartir y seguir unas directrices en común respecto a todo lo relacionado con las hipotecas en este aspecto.
Con ello, lo que se busca es proporcionar más seguridad y transparencia para todas las partes, desde los clientes hasta los bancos dado que se reducen los papeleos y la burocracia al quitar las cláusulas abusivas que llevaban ejerciendo las entidades bancarias cuando se contrataba con ellas un servicio determinado.
¿Qué trae consigo esta nueva ley hipotecaria?
Esta ley entró en vigor el pasado domingo 16 de junio dado que se han cambiado las reglas en beneficio del cliente mejorando las condiciones y reglas en cuanto a gestión, contratación y proceso de solicitud de los préstamos bancarios.Se estima que esta nueva ley podrá llegar a ahorrar a los beneficiados hasta en 1.000 euros en gastos. Entre estos se encuentra la reducción en las comisiones, las cuales pasan a ser asumidas por los bancos. Asimismo, los solicitantes de créditos se verán liberados de otros productos que las entidades bancarias asocian, por norma general, a la firma de un contrato de estas características.
La inclusión de esta nueva ley se debe a una normativa europea dado que desde 2016, todos los países que pertenecen a la Comunidad Europea deben compartir y seguir unas directrices en común respecto a todo lo relacionado con las hipotecas en este aspecto.
Con ello, lo que se busca es proporcionar más seguridad y transparencia para todas las partes, desde los clientes hasta los bancos dado que se reducen los papeleos y la burocracia al quitar las cláusulas abusivas que llevaban ejerciendo las entidades bancarias cuando se contrataba con ellas un servicio determinado.